
Luego del accidentado inicio de torneo, finalmente los pericos meten un ala en la siguiente fase del torneo de la APES. Lo hemos logrado por tres razones: primero, porque gracias a la buena disposición del padre de Miguel, se ha hecho cargo de armar la alineación una persona que tiene al menos ciertas características de entrenador. Segundo, el equipo está comenzando a levantar cabeza porque hemos mejorado en el tema de la actitud, en parte porque finalmente vemos que nos orienta alguien con criterio futbolístico y no subjetivo ni pasional. En tercer lugar, porque hemos sido constantes en ir a chamusquear una vez por semana, lo cual ha ayudado muchísimo, sobre todo a los que más necesitábamos mejorar nuestra condición física y nuestra capacidad de tener aire para aguantar los 90 minutos.
Creo que don Miguel ha armado el equipo con base en rendimiento y en la complementariedad que puedan generar en la cancha los que entran (o entramos, según el caso). Ojalá que finalmente hayan quedado atrás los criterios subjetivos y contraproducentes, por mezquinos, de armar alineaciones en las que solo caben los amigos o los compañeros de sección, o las personas que le caen bien a quienes, quizá con buena voluntad pero con resultados pobres, habían asumido esa responsabilidad. Si todos los entrenadores armaran sus alineaciones con esos parámetros, los equipos de fútbol se convertirían en grupos de amigos o parientes, pero nunca veríamos clubes de alto nivel, porque el desempeño en la cancha pasaría a un plano secundario, terciario o... cuaternario.
Para nadie es un secreto que Byron tiene fricciones y no resulta una persona simpática para muchos. Pero, en honor a la justicia, cabe recordar que quien más empeño, tiempo y energías puso para que no nos quedáramos fuera de este torneo, fue precisamente Byron. Otros se mantuvieron al margen. ¿Será porque en el fondo pretendían armar un equipo solo con sus amigos, sin dar cabida a aquellos que no entramos en ese círculo? En honor a la justicia, si nos basamos en hechos y no en subjetividades, debemos agradecer a Byron el tener hoy un equipo inscrito, independientemente de si nos va bien o mal en el engramillado, cosa que ya depende de todos.
Falta mucho que mejorar, sin lugar a dudas. El que escribe acepta sin rodeos que debe atemperarse más y no dejarse llevar por el calor del juego, ni con los rivales, ni con los compañeros de equipo. Para otros es más que ultrarecontraevidente que deben jugar más en equipo, sacándose del cerebro las telarañas de creerse figuritas capaces de meterse hasta la red usando a los compañeros nada más como postes.
Por el desempeño mostrado en el último partido, valga la felicitación para Franklin, que mostró incisividad cuando halló las oportunidades, sobre todo en el primer gol. Ojalá que no bajara los brazos en ciertos tramos del partido, en los que los defensas pasan a su lado con la pelota dominada y él ni siquiera intenta quitárselas. También merece felicitación el portero Walo, quien ahogó el grito de gol en las gargantas de los rivales al menos en una ocasión. Miguel, por su parte, sigue siendo, de lejos, el mejor del equipo, porque no solo es una muralla que desde la defensa genera confianza a las demás líneas, sino porque también alimenta a la delantera con pases largos y se incorpora al ataque desde atrás, sin contar que tiene buen tiro a balón parado.
Salud a todos por la victoria reñidísima frente al Doce y por el repunte del equipo. Sigamos adelante con disposición de trabajo, perseverancia y humildad. Quien quita si esta vez hacemos lo contrario del torneo pasado, y viniendo de atrás para adelante nos coronamos campeones. Esa es nuestra meta.
¡Feliz semana para todos!